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El café de toda la vida

Muy agradecidos con Camille de Blois, escritora venezolana residenciada en Madrid, quien quiso compartir a través de nuestro Blog su pasión por el café español. BeHomeMadrid te invita a hospedarte en uno de nuestros apartamentos y disfrutar con nosotros de un maravilloso café  “ibérico macho español“.

 

 “La verdadera universidad popular española han sido el café y la plaza pública”   Miguel de Unamuno.

Si hablamos de café, las distintas posibilidades de cómo hacerlo, presentarlo y servirlo en  Madrid, como en todas partes del mundo, son muchas. Todos nos llenamos de orgullo cuando decimos que en nuestros países respectivos servimos el café de mil maneras diferentes. Sin embargo, a título de información, desde que Estados Unidos lo puso de moda y los americanos se pusieron como locos a tomar café (¿y quien lo iba a pensar?) ha pasado a ser el país número uno en cuanto a formas, colores, precios y maneras diferentes de servir este pequeño elixir amargo/adictivo que adornan con cuantos menjurjes puedan agregar. Porque para los americanos no es lo mismo pedir un simple café con leche que un “Toffee Nut latte Macchiato toasted de Costa Rica desnatado y sin lactosa” que obviamente, suena mucho más “Chic”.

Pero dejemos a los del otro lado del mar, literalmente del otro lado del mar,  y hablemos de España y de su café “ibérico macho español” placentero para muchos, medicinal para otros y social para todos…

Uno llega a un bar “de esos de toda la vida”, se sienta, se arrellana y espera con cara de español de España a que ese ser extraño de personalidad alegre y simpatía abrumadora  llamado sarcásticamente “el o la camarer@”, venga con disposición a tomarte la orden. Y entonces…  ¿qué le pides a esta persona servicial cuando te clava esa mirada incómoda y penetrante?

Pues eso, se te traba la lengua y empiezas a tartamudear con voz de mariposa asustada – un cafecito, con leche pero chiquito y con espumita por arriba, no muy caliente bla bla bla…. – ¡PUES NO! Aquí se pide con confianza y seguridad, y a cada cosa con su nombre “de toda la vida”.

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Entonces te armas de valor y si eres una persona seria y pragmática pides directamente el Café solo, que puede ser “bien cerrao” para el que lo quiera más fuerte y espeso (como el típico espresso italiano) o si eres más light pides un Café americano, que es un gran tazón de café, igual de fuerte que el solo, pero que en general viene acompañado de una jarrita de agua caliente para diluirlo (un pecado eso de echarle media taza de agua a un café. No sé, digo yo….).

Si eres de los que va por la vida alegre y feliz, pues en España “El Carajillo” lo hicieron para ti. Un buen café negro con un “Chorro” (todo depende de lo bien que le caigas al jefe del local) de Coñac, Anís, Ron, Orujo, Whisky, Brandy o lo primero que encuentre por ahí cerca. Es muy común servirlo a los trabajadores tempraneros de las 5 o 6 de la mañana para asegurarles un buen comienzo del día, que seguro comienza bien, pero no sé cómo termina.


Luego está el mundo del
Cortado (en taza pequeña y con poca leche)… Cortado en vaso, cortado en taza, con leche templada, caliente, fría, o mitad y mitad…  Y si eres muy dulcero el Bombón (cortado con leche condensada… muuucha leche condensada para mi gusto).Si eres el típico español “de los de toda la vida”, pides un Café con leche, que puede ser corto de café (mucha leche) o largo de café (menos leche) o si ya quieres el café de adorno pides un Manchado que es mucha leche con un poquitico de café.

O el famoso Café con hielo, especialidad de verano, que la verdad, tengo que admitir me costó mucho asimilarlo, probarlo y aceptarlo, pero hoy en día puedo decir con seguridad que es glorioso para esas tardes calurosas del mes de junio en una terracita de cualquier rincón de España en donde tu cabeza se muere por un café pero tu cuerpo te pide hielo… entonces España te da, el Café con hielo y Olé!!! Hay quien le pone limón por cierto… Yo lo siento, pero hasta ahí no ha llegado mi tolerancia.

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Bombón

Y como se dice poco, y todo esto no es mucho, se puede Descafeinar a todos los anteriores, o ya pasar a palabras mayores y pedir el “no va más del anticáfe”: Un Descafeinado de sobre. Una especie de DIY (Do it yourself… traducción: para que te lo hagas tu mismo con tus propias manitas) en donde te traen un tazón de leche caliente y un sobrecito aparte de Nescafé instantáneo descafeinado… Un disparate en mi humilde opinión, pero que tiene su encanto y de vez en cuando cae muy bien.

Así que ya podéis exigir con autoridad y detalle al camarer@ del bar de la esquina el café exacto que os apetece y  abandonaros en el aroma amargo e intenso de este regalo de la naturaleza.

La vida es como una taza de café. El todo está en cómo la preparas, pero sobre todo en cómo te la tomas. (anónimo)